Señor… ¡Sálvame!... ¡de mis hermanos!

Hace algunas semanas me vi en medio de una polémica que no busqué ni quise. Me comenzaron a llegar cartas de algunos pastores que están en un foro de ministros, al cual alguna vez pertenecí. Varios me escribieron preocupados porque alguien hizo algunas acusaciones en mi contra (no menciono el nombre para no generar más polémica, no viene al caso, sólo quiero reflexionar).

La persona que se refería a mi lo hacía en términos tan ácidos y descalificadores que al comienzo pensé que era algo que habría escrito algún enemigo del evangelio, sin embargo, mi sorpresa fue tal al comprobar que esa persona es un pastor, una persona que por su investidura se supone que debe tener el más alto estándar ético. Su carta plagada de descalificaciones, mentiras, imprecisiones y medias verdades, que es a fin de cuenta otra forma de engaño, se refería a mi persona incluso en términos vulgares.
Mi primera reacción fue de enojo, pero luego pensé: ¿Qué he hecho?

La razón de las varias cartas que dicha persona envió a ese círculo eran simplemente una reacción a una opinión diferente respecto a una de las respuestas que he dado en otro blog dedicado a contestar inquietudes que suelen hacerme, y que desde hace tiempo, por exceso de trabajo no he podido continuar. Mis preguntas abiertas y sin dobles intenciones son:
¿Cómo pretendemos hablar del amor de Dios si no vivimos dicho amor entre nosotros? 
¿Cómo podemos los cristianos aparecer como modelos éticos si no seguimos las bases éticas que Jesús enseñó? 
Dicha persona que me ha descalificado y que seguramente, fiel a su estilo, seguirá denigrándome donde pueda, nunca ha hablado conmigo personalmente ni me ha escrito para corroborar algunas informaciones que se dedicó a proliferar sin confirmar si eran o no verdad.
¿Cómo podemos predicar “la verdad” si no somos fieles a la verdad y nos dedicamos a transmitir mentiras y engaños sobre otros? 
¿Qué ejemplo le damos a otros del amor de Dios si tratamos a nuestros hermanos peor que a nuestros enemigos? 
He sido cristiano desde la niñez y créanme que con los años mis peores heridas han venido de otros cristianos. Las palabras más mordaces e hirientes las he escuchado de labios de personas que luego estaban en la iglesia con “cara de santos” cantando sin culpabilidad: “Amémonos hermanos de corazón”.

¡Qué espectáculo damos al mundo!

¡Qué terrible espectáculo damos a quienes supuestamente debemos llevarle la palabra de Dios! De un Dios que no miente ni engaña de ninguna manera.

George Knight, un escritor a quien suelo leer continuamente, dice en uno de sus libros:
“A menudo era capaz de predicar un sermón titulado "Por qué no me gustan los adventistas" y lo cierto es que no me gustan, pero acabé dejando de presentarlo porque sonaba un tanto negativo. Naturalmente, no tenía objeciones si eran cristianos aparte de ser adventistas. Pero si solo eran adventistas, ¡Dios nos ampare! He aquí la causa: Una vez conocí a un adventista del séptimo día que era peor que un diablo. En realidad, en una ocasión conocí incluso a un vegetariano estricto que era tan despiadado como el diablo. Para que tenga algún valor, nuestro adventismo debe estar inmerso en el cristianismo. Sin esa inmersión, no es mejor que cualquier otro "ismo" para gente crédula”.* 
Y esta última parte que me interesa para reflexionar. Si nuestra ética y conducta diaria no es diferente de la de un no cristiano, entonces, ¿qué hacemos predicando sobre Jesucristo? No basta ser parte de una congregación, ni siquiera como en el caso de este pastor (dudo al llamarlo así) llevar las credenciales ministeriales, es preciso que en nuestra vida diaria tengamos un sentido ético que nos permita tratar a los demás diferente a como lo haría alguien que no conoce a Dios.

Friedrich Nietzsche escribió alguna vez:
“El mejor argumento contra el cristianismo son los cristianos”. 
Lamentablemente, tengo que reconocer que tiene razón, si alguien leyera lo que de mi ha escrito este varón que se hace llamar pastor, probablemente coincidiría conmigo.

¿Qué es ser cristiano? 

Una posibilidad es que el cristiano represente a una persona que defiende una doctrina a como dé lugar y con los métodos que sean. Eso ya lo hemos vivido en el cristianismo y la inquisición con su gama de atrocidades es la muestra más patente de dicho espíritu.
Hace algunas semanas atrás un clérigo norteamericano abogaba para quemar ejemplares del Corán, otra manera de vivir el espíritu intolerante. Vi sorprendido en CNN a un grupo de cristianos de otra congregación haciendo muestras de intolerancia en funerales de soldados norteamericanos, sin ninguna consideración por el dolor de los deudos. No dudo que la persona que en estos días me ha atacado tan fieramente que si viviéramos en el siglo XVI me habría enviado a la hoguera y se habría sentido feliz y satisfecho de hacerlo. Si alguien quiere leer más de este espíritu y atrocidades, un buen libro es los cinco tomos de Karlheinz Deschner, Historia criminal del cristianismo (Barcelona: Ediciones Martínez Roca, 1990), que aún cuando uno pueda discrepar de su visión ideológica, es innegable que los hechos históricos confirman una línea de intolerancia digna de las atrocidades más horrendas del nazismo.

Otra posibilidad, ligada a la anterior es considerar que los cristianos tienen la última palabra y que nadie puede decirles nada acerca de equivocaciones. Esta forma de ver la realidad ha generado el dogmatismo que lleva al fanatismo sectario. La forma más contradictoria de este principio es el concepto de infabilidad defendido por una parte del cristianismo, que nadie puede desafiar. Aún me indigna pensar en la reacción que hubo cuando Hans Küng se atrevió a desafiar este concepto con su libro ¿Infalible?: Una pregunta (Buenos Aires: Herder, 1970) o cuando Leonardo Boff se atrevió a analizar la supuesta jerarquización basada en la infabilidad con su libro Iglesia, carisma y poder (Santander: SalTerrae, 1992). Ambos sacerdotes fueron silenciados y denostados de la forma más burda, simplemente, por atreverse a sospechar que no siempre podemos tener la razón en todo, por mucho que nos llamemos cristianos.

Otra manera de ser cristianos es ser ascetas, es decir, alejarnos de todo contacto con el mundo creyendo que de esa forma podremos vivir mejor nuestra religión. Dicha forma de vivir olvida el concepto bíblico de Jesús: “No te pido que los retires del mundo” (Juan 17:35). El ascetismo ha generado una forma de expresión del cristianismo alejada de la realidad, que en muchos sentidos, es tan dañina como la militancia inquisidora.

Otra forma es considerar al cristianismo como una filosofía de vida ligada a una ética de la conducta más que a un cuerpo doctrinal específico. El liberalismo cristiano ha terminado en ese plano siendo nada más que un conjunto de normas éticas y las iglesias una especie de clubes de defensa moral.

Semejante a lo anterior se encuentran aquellos grupos cristianos que sienten que el emocionalismo es la mejor expresión del cristianismo. En dicho contexto tampoco interesan las doctrinas claras y objetivas, sino sólo lo vinculado con los sentimientos y las emociones, no importa lo que dice la Palabra sino lo que siendo respecto a ella. Cada individuo se convierte en norma religiosa.

Finalmente, otra opción es la de aquellos que creemos que el cristianismo no consiste en defensa de doctrinas al grado de descalificar a otros y condenarlos. Tampoco en aislamiento para apartarse de otros para vivir una vida cristiana separada. Ni emocionalismo irracional ni defensa de dogmas desprovistos de sentido común.

El cristianismo es una forma de vida que se sustenta en la convicción profunda de que cada ser humano es pecador y que Dios en su misericordia ha provisto un plan de redención para todo aquel que lo acepte. Somos seguidores de un Jesús de esperanza y sanidad, que otorga sentido y propósito a la vida de los individuos. No de un Jesús que vino a condenar y maltratar a otros.

Evidentemente la Escritura se convierte en una fuente autoritativa de información y Jesucristo en el modelo a seguir en la forma de vivir e interactuar con otros. En ese contexto cada cristiano se convierte en el agente de reconciliación para otros que no han tenido la posibilidad de conocer a Dios.

Esta tarea debe ser hecha con amor, tolerancia y sin utilizar recursos de manipulación, engaño, medias verdades, descalificaciones ni nada que se asemeje a métodos usados por quienes no conocen a Cristo.

Conclusión 

Jesús nos invita a amar a nuestros enemigos, no necesariamente gustarnos lo que hacen, eso implica no caer en las argucias ni artimañas de quienes pretenden a nombre de lo que sea, destruirnos. Estoy tentado a escribir de ese ministro que seguramente está luchando con ser fiel a su conciencia: “Dios, perdónalo, porque no sabe lo que hace”, pero después he pensado: “¿Y si sabe lo que hace?”… sería terrible pensar eso, así que prefiero quedarme con la primera oración, al menos, me da la convicción y la tranquilidad de saber que tenemos un Dios de amor que no nos condena, ni nos maltrata ni siquiera en defensa de la verdad.

© Dr. Miguel Ángel Núñez. Prohibida su reproducción parcial o completa sin la autorización expresa del autor.


*George Knight, La visión apocalíptica y la neutralización del adventismo (Buenos Aires: ACES, 2010), 10.

Comentarios

  1. Doctor,con dolor coincido con usted, las palabras mas hirientes y descalificadoras las escuche de cristianos (hermanas/ que decian ser mis amigas y quererme!!!!) y si alguna vez alguien me trato como una estupida incapaz, vino del mismo lugar, pero eso si "me lo decian por mi bien", en esa epoca no sabia que "el camino del infierno esta lleno de buenas intenciones" y que no debia cuidarme de mis enemigos sino de mis amigos y de aquellos que dicen quererme.En su momento hubo mucho dolor y hasta culpa lo que me llevo a ocuparme de mi, superarme, crecer y a buscar ayuda lo cual me permitio ver con objetividad y claridad la situacion ,conquiste un espacio de superioridad con respecto a la critica y el manejo de la disparidad de criterio y por que no decirlo, descubrir los verdaderos sentimientos ocultos detras de los comentarios hirientes.Aprendi a ir a la iglesia a pesar de ellos, sabia cuando ciculaba alguno por la mirada furtiva de los que habia prestado los oidos a ellos y ....por que no me saludaban !!!! hoy me rio de ello.
    Asi es el corazon humano que no se dejo empapar y dominar por el amor de Cristo y con ellos viviremos hasta que Jesus venga, no es un consuelo barato de mi parte ni una filosofia conformista "el trigo y la zizaña creceran juntos" fue algo que nos advirtio Jesus, ahora,mas madura que antes me doy cuenta que si la arrancaramos probablemente quedariamos muy pocos o ninguno en las iglesias, mientras estemos bajo el tiempo de gracia aun hay posibilidad de revertir las cosas y me hago eco de lo que dijo E.G.W "la iglesia militante no es aun la iglesia triunfante".
    Un abrazo fuerte para usted a la distancia.Todo material suyo sirvio para mi crecimento y edificacion no solo en Cristo sino tambien para la vida practica.En ellos encontre sabiduria, amor,conocimiento, una claridad unica y me contagie de alguien sin duda vencedor ante las adversidades.Gracias!!!! es uno de los dos autores cristianos que impactaron e influenciaron mi vida ,lo concidero una autoridad en los temas que aborda.Su idoneidad moral lo coloca por sobre muchos.
    Espero compensar un poco su dolor por los comentarios del ministro, estoy segura que son miles los que piensan como yo.Cariños, bendiciones y mas exitos para usted!!!!!

    ResponderEliminar
  2. ay pastor, no sabe cuanto lo entiendo, estoy viviendo lo mismo y es tan triste saber que quienes te odian, aquellos que se hacen pasar ovejas en medio del redil, harian lo que fuera por verte muerto. aqui lo unico a hacer es luchar, pero que lucha tan dificil de ganar. orare por usted porque cuando esto ocurre parece imposible no odiar y perdonar

    ResponderEliminar
  3. Antes que nada, gracias por volver a escribir en este medio, ya le estaba echando de menos a sus buenos articulos..
    Pastor, yo pienso que en la vida de un cristiano sólo nos debe importar lo que Dios piense de nosotros, es obvio que existe la envidia y me da mucha pena tener que decir que está entre el pueblo de Dios.
    Es una verdadera lástima que los adventistas seamos un mal ejemplo para el resto del mundo, cuando deberiamos ser la luz que alumbre.
    Sigo viviendo la exclusión de la congregación y no sé pórqué, cuando pregunto siempre hay alguien que dice "no le puedo decir quien lo dijo", y eso es el peor de los pecados, estamos siendo cómplices de tales personas.Pienso que hay que denunciar con nombre y apellidos a quienes cometen faltas tan graves como hablar mal de las personas.De lo contrario mañana será otro hermano que sufra quizas algo peor...
    Gracias por permitirme desahogar en parte la rabia que siento .
    Pastor por favor siga adelante con sus proyectos y que Dios lo bendiga..

    ResponderEliminar
  4. Mmmmm algo así ya me había sucedido, pero lo que yo pensé en ése momento era que las frases, las palabras hirientes, mentiras y calumnias que salian de su boca no eran de él sino del mismo enemigo Lucifer que estaba actuando en contra mía.__Con ése pensamiento terminé perdonando a mi prójimo que no sabia lo q hacía (al menos eso quiero pensar, asi como dice usted). __Sabemos también que los perseguidores de los hijos de Dios estarán dentro del rebaño ya que crecimos juntos como el trigo y la cizaña... Así q preparemonos para más adelante.__Gracias por la reflexión hno pastor, Bendiciones...

    ResponderEliminar
  5. por algo Jesús vino a que cambiemos "LA LEY" por EL AMOR....
    Gracias!! me hace tan bien leer cristianos que piensan y sienten como yo...queriendo seguir a Jesús...el que amó hasta el Fin!!

    ResponderEliminar
  6. En fin... esas cosas nos hacen crecer y conocer mas aún el verdadero amor.

    Yo pienso...Dios quiere transformarnos a Su imagen. Y su carácter es amor..., entonces cuando suceden estas cosas...es cuando más debemos querer ser como Jesús; cada día imitar su manera de amar...es nuestro compromiso!

    Jader Santos escribió una canción re-copada que se titula Creciendo en Gracia.

    Y parece fuerte cuando dice:
    "Yo entrego a Jesús, mis tristezas y RENCOR, pues yo quiero perdonar a mis semejantes..."

    Pero es así; tristeza y rencor, amargura... simplemente entregarlas a Jesús. y el A CAMBIO nos da su paz, tranquilidad; si sabemos que queremos cumplr su voluntad.

    Además esto es un CLARO indicio de que el diablo está intranquilo con usted Pr.
    Yo lo felicitaría por ésto.
    "Ladran Sancho, señal de que avanzamos...!"

    Un cariño grande.
    Emilse.

    ResponderEliminar
  7. Pr estoy de acuerdo con su articulo porque yo tambien he vivido en carne propia lo que es ser descalificada por supuestos cristianos de nuestra fe. Para mi entender son personas que se dejan utilizar por el enemigo y como no tienen nada que hacer sino ver lo que hacen los que realmente estan trabajando en la causa del Señor se hacen piedra de tropiezo y hieren peor que un impio al dedicado y consagrado cristiano. Espero en Dios que este articulo abra el entendimiento a algunos santurrones que creen que con esa actitud iran al cielo.. Gracias por escribir. Dios le bendiga

    ResponderEliminar
  8. Muchas gracias pastor por el aporte, lo leo justo en momentos en los que he sido víctima de las "bromas" de un herman@ adventista... graciasss yo también oraré por esa persona que me hizo daño... ah me quedaré con su conclusión pastor. Bendiciones.

    ResponderEliminar
  9. Margarita Eugenia Vera Leiva18 de octubre de 2010, 16:49

    Pastor como siempre sus articulos son espectaculares.....que lata esto que le toco vivir.....pero que esto .se transforme en un estimulo para publicar mas y mas y muchos articulos......y pobresito aquel (pastor)que el Señor tenga misericordia de el....miles de bendiciones para usted y su familia ♥♥ mas grande es el que esta con nosotros que el que esta en contra de nosotros asi dice el Señor.

    ResponderEliminar
  10. Lamentablemente somos muchos los que hemos sufrido este tipo de ataques dentro de "la iglesia de Dios", y desafortunadamente hay muchos que no entran ni dejan entrar al reino de Dios. Dependiendo de la fortaleza mental, emocional y espiritual de una persona es el resultado; pienso que no todos han crecido en el Sennor, muchos se han desanimado y se han ido de la iglesia. Sigo creyendo que si no hay mas gente convertida a Jesus es porque nosotros los cristianos damos pesimo ejemplo. Como van a conocer a Jesus si nosotros no vivimos ni actuamos como el?
    En Australia hay un dicho "tall poppy syndrome" que se refiere al sindrome de la envidia que produce el hecho de que una persona sea mas exitosa o capaz o mas linda o mas en cualquier cosa que nosotros.
    Dios le siga ayudando en su ministerio.

    ResponderEliminar
  11. Querido pastor!!! yo también lo entiendo porque también he pasado por lo mismo, agregando a lo que otras hermanas ya han comentado, creo que realmente esas cosas son la manifestación del zarandeo que estamos pasando.... como dice 1 Corintios 10:12 "El que crea estar firme, cuide de no caer", algunos se creen muy sabios y son presos de su soberbia y orgullo.
    Ánimo pastor, fortalézcase su corazón en Cristo Jesús!!! Él es nuestro único Abogado y Juez!!!
    Gracias por cada mensaje que comparte, como a tantas personas, a mí también me hacen muy bien.

    ResponderEliminar
  12. Apreciado pastor, al Salvador del mundo, al amante Jesús, nuestro perfecto Creador lo despreciaron, castigaron física y emocionalmente, lo negaron, se le burlaron, mintieron acerca de Él... estuvieron a su lado por interés, y cuántas otras cargas inimaginables tuvo que soportar!!!
    Bien sabemos quién está detrás de toda palabra necia y cómo actuará Dios con los tales... "los molinos de Dios muelen despacio, pero muelen al fin"...ésta es una frase que mi querido viejito siempre repetía, me ayudó muchas veces recordarla y se grabó en mi corazón...
    Pastor, al que a Dios ama, TODAS las cosas le ayudan a bien. Oro para que así sea.
    Que disfrute de la paz y el amor de Dios en esta semana.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  13. Pastor, que alegría poder leer nuevamente sus artículos y a la vez lamentable lo que puede surgir dentro de nuestra propia iglesia, pero solo, darle ánimos para seguir adelante en su ministerio y para mi este incidente es una demostración de que Ud, esta haciendo bien las cosas y con la guia de Dios también,

    ADELANTE!!!!!!

    Dios lo siga bendiciendo y nos ayude a cada uno, poder enfrentar situaciones similares y salir vencedores con Jesús.

    ResponderEliminar
  14. Este es un crudo artículo que refleja duras e innegables realidades!! Ayúdanos Señor a no ser de aquellos que levantan su dedo índice ni escupen veneno por su boca. Ayúdanos a ser bálsamo;un aliciente, y, sobre todo, a dar amor verdadero. También ayúdanos a estar unidos a ti para soportar los embates enemigos de nuestro entorno más cercano!! Porque si estoy conectado a ti, me será imposible no dar amor.

    ResponderEliminar
  15. Si te hizo eso, a vos que ni siquiera te conoce, te daras una palida idea de lo que le hizo a su flia.

    ResponderEliminar
  16. Lamento mucho que hayas sufrido tanto por esto Pr.
    Somos varios los que lo entendemos. Si tan solo uno pudiera evitar esas tan ingratas sorpresas que uno ni se lo esperaba. Aunque con la experiencia, luego ya nada sorprende.
    Me hizo bien leer esto.
    Un abrazo y bendiciones de los Leones, desde Nevada :)

    ResponderEliminar
  17. Creo que estas son la pruebas por las cuales debemos pasar los cristianos, sin ellas nos podríamos ser pulidos para heredar el reino de los cielos. Dios nos libre de nuestros enemigos! pero, ellos son mis hermanos, con los que comparto cada sábado en la Iglesia!!!! Así es, compartir...debo hacerlo para saber dónde y cómo el Diablo me atacará. Tengo una teoría con estos "hermanos en la fe": Creo que ellos están en pecado...muy escondidos, odiando y maldiciendo las bendiciones de otros y cuando ven a otro hermano libre y confiadamente en el Señor, sienten rabia y envidia. Por ello buscan argumentos humanos para denigrar, denostar y rebajar a quienes buscan la companía de Jesús. Cuántos hemos vivido la calumnia y el perjuicio dentro de la iglesia, me pregunto: y quién los censura? cuando se les ha comprobado sus mentiras...quién los borra de los registros por faltas al mandamiento? Es fácil tirar plumas al viento y después ¿quién las recoge? La justicia del Señor....tarda pero llega. Solo El nos limpia ante el mundo, sólo El muestra el camino de los justos...a esos "hermanos en la fe" el tiempo los muestra tal cual son.

    ResponderEliminar
  18. Pr. Cuan cierto es lo que dice, yo he sufrido lo mismo en la iglesia y en la obra el peor de los daños a mi yid hijos lo he recibido denlos hermanos y pastores, pero el SEñor ha sido mi amigo, no me fui ni me iré de la iglesia, pues creo que es la iglesia verdadera, pero me mantengo al margen y tengo una relación muy lejana con los hermanos me duele pero duele menos, me siento sola no tengo amigos siento que solo me utilizan para lo que se necesita peto a nadie le importa como me siento. Cuando veo a alguien mal le doy el apoyo que a mo me gustaría recibir. No soy feliz en la iglesia pero sigo en ella por DIos pues si estoy segura que me ama mucho.

    ResponderEliminar
  19. Solo para comentar lo que pase cuando era una jovencita he iba a la iglesia sola; una joven, hija de gente muy respetada dentro de la iglesia comenzo a hablar cosas que no eran verdad de mi, bueno yo le enfrente y salio a defenderla su papa; profesor universitario y anciano de nuestra iglesia, sus palabras fueron "mi hija no puede estar mintiendo, tu eres eso y mcuho mas, yo con mi esperiencia conozco de lejos a las chicas como tu y se donde acaban", bueno yo me aleje de esa iglesia. Si era verdad que yo me maquillaba y su hija no, tambien usaba ropa ajustada pero no era verdad que me andaba acostando con todos y tampoco que era drogadicta como ellos dijeron. Tambien era verdad que a mis 18 anos andaba buscando pertenecer pues venia de un hogar con problemas y habia sido muy abusada a esa altura. Pasaron los anos y Dios siempre me ha acompanado, tengo una hermosa familia, un dia conversando con una amiga me entere que la mayor de las hijas de esta familia estaba siendo tratada por problemas de drogas y grandes, y la menor haabia sido mama soltera. Que leccion, cuando condenamos a los demas nos condenamos a nosotros y nuestra familias

    ResponderEliminar
  20. Tengo 32 años,desde que nací pertenezco a los adventista del séptimo día, crecí viendo diferencia en lo que decimos y hacemos, vi y viví momentos injustos y crueles. Di mi vida por esta organización y podría decir que deje todo por causa del evangelio,y jamas pensé que mi iglesia, mis hermanos, mi pastor me sacaran de ella tomada de la mano para así cometer la mas grande de las aberraciones que haya visto en mi vida; ver como muchos de nuestros pastores pisotean el hermoso evangelio de cristo y como muchos hermanos siguen sus pasos solo porque son "los ungidos del señor" me entristece enormemente,Dios nos manda a llamar al pecado por su nombre y aun cuando Dios no necesita que lo defendamos proclamemos este evangelio con dignidad y vivamolo como lo que es un evangelio vivo, real.

    ResponderEliminar
  21. Si la palabra del señor dice: Amad a vuestros enemigos, es porque ellos existen, nos ganamos enemigos por el solo hecho de pensar distinto, allí se nota el poco grado de tolerancia que existe, y esto se ve en todas la creencias y denominaciones e incluso entre denominaciones que predican sobre el amor, pero se atacan unas a otras solo por tener distintas interpretaciones de la biblia...AMOR es una palabra muy grande y en ella se encierra el misterio de DIOS..el conocimiento del ALTÍSIMO.

    ResponderEliminar
  22. DIOS TE BENDIGA HERMANO! LO COPIARÉ CON TU FIRMA, SOY ONIX BLACK, ESTOY TRABAJANDO POR LA LUZ EN FACEBOOK, TE INVITO A UNIRTE A NOSOTROS, PARA COMPARTIR VERDAD. LUZ Y AMOR PARA TÍ DESDE EL CIELO, CON AFECTO, TU HERMANA ONIX.
    (VISITANOS EN "SI A LA LUZ", FACEBOOK)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.

Entradas populares de este blog

Carta al futuro novio de mi hija

Maledicencia, el pecado del que no se habla

¿Discípulos pobres e ignorantes? ¿Se sostiene el mito?