50 Razones por las que me encanta pensar en la Tierra Nueva

1. No tendré que usar nunca más una corbata, las detesto. De hecho, espero no tener que utilizar nunca más alguna ropa que se llame “formal” sólo porque a alguien se le ocurrió tamaña barbaridad en algún momento de locura, Dios está más allá de esas estulcias nuestras.

2. Nunca más me voy a cruzar con un político, ni de estados ni de iglesias, que para los efectos son la misma cosa. Sonreiré a todo el mundo, sin miedo a que se sospeche que ando detrás de algún voto.



3. Nunca más vendrá alguien a decirme que una junta administrativa, formada por un grupo de personas iguales de pecadores que yo, decidió qué es lo mejor para mi vida. Viviré en paz, sabiendo que ni la política, ni la cultura ni nada determinará mi vida, sólo la presencia de Dios.

4. Nunca más escucharé el llanto de un niño, ni de un anciano, ni de una mujer, ni de nadie. Nunca viviré un momento triste de ningún tipo.

5. No tendré que hacer consejería matrimonial nunca más. Los matrimonios de hecho, vivirán sin tener que desencontrarse y felizmente yo no tendré trabajo en ese ámbito.

6. No existirán hospitales ni comerciantes de la salud. La salud no será patrimonio de los que tienen ni se abandonará a los que no pueden costear una enfermedad, como si ésta tuviese costo.

7. No habrá más tacos a la hora punta. Nadie me dirá que tengo que salir más temprano para llegar a la hora porque hay muchos vehículos en la fila. De hecho, no necesitaremos de autos ni de comerciantes sin escrúpulos que venden al 5000% los que les ha costado un 1%.

8. Ningún vendedor de ilusiones ni de nada golpeará mi puerta. Viviré en paz sin tener que esconderme de alguien que viene a venderme la última idea, el último plan, el último programa, el último discurso, el plan definitivo para acabar la obra…

9. No tendré que cuidarme de lo que coma, para que no engorde o me enferme. Porque hoy día o es pecado o sirve para aumentar kilos. ¡Qué rico será comer sin complejos de culpa de ningún tipo!

10. No escucharé nunca más un discurso sobre la obediencia, no será necesario, no habrá fariseos que estén a cada rato con su cantinela legalista. ¡Qué lindo será saber que las sectas se acabaron!

11. Estudiaré a mis anchas, sin tener que dar cuenta ni temer la espada de Damocles de una nota o un título pendiendo de mi cabeza. Lo haré como siempre he soñado, con gusto, con alegría, simplemente por saber, por desentrañar misterios.

12. No tendré que soportar nunca más un sermón, ni por buenas razones, ni por las malas. Sólo me concentraré en estar a los pies de Jesús escuchando sus enseñanzas dichas sin soberbia ni violencia de ningún tipo, como deberían decirse todas las verdades.

13. No habrá nadie que me venga a decir: “Supiste lo que le pasó a fulano de tal”, ni tendré que decirle a nadie: “Por favor, no me venga con chismes que me enferman”.

14. No habrán más psiquiatras, ni abogados, ni psicólogos, ni fontaneros, ni presidentes de asociación, ni lobbistas de ningún tipo, ni choferes de buses, ni trabajos molestos.

15. No le temeré a los animales ni ellos temerán a los seres humanos. Viviremos en paz sin escondernos unos de otros.

16. No tendré más vecinos bulliciosos que hacen de la noche día y del día noche. Ni estridencias, ni molestias, ni nada que sirva para tener dificultades.

17. No habrán más cementerios, ni lápidas, ni cruces, ni mausoleos que nos recuerden la frialdad de la muerte ni su cruel silencio.

18. No habrá más discriminación de ningún tipo, ni por raza, ni sexo, características físicas, ideas, perspectivas, talentos, habilidades, ni ningún otro tipo de separación. Por fin seremos hermanos que nos aceptamos tal y como somos.

19. Nunca habrá más disputas sobre músicas y estilos. Podremos tocar el instrumento que nos guste más y de la forma que nos agrade. Los gurús que conversan “directamente” con Dios y “supuestamente” reciben instrucciones directas de qué tipo de música debe escucharse, mantendrán un silencio impresionante ante tanta diversidad… si llegan a estar allá, claro, porque con tanta carga legalista capaz que se queden.

20. No tendré que ver ningún cartel más de alguna multinacional ofreciéndome el paraíso aquí en la tierra y eso incluye a los vendedores de religión que han hecho de las mega iglesias su paraíso terrenal.

21. No habrá más bancos que me cobren intereses de usura, ni financieras, ni cheques, ni tarjetas de créditos ni amables señoritas invitándome a firmar un “compre ahora y pague después”.

22. Nunca más tendré que ver un alambre de púas, ni vallas de ningún tipo, podré recorrer los campos y las praderas sin miedo a que alguien me dispare por invadir propiedad privada.

23. No tendré que despedirme nunca más de nadie, ni de hijos, ni de familia, ni de amigos. Sólo viajaré por placer, sabiendo que me encontraré con mis amados al regreso.

24. Por fin botaré mis anteojos y podré ver sin tener que arrugar la frente ni entornar la vista, será maravilloso ver colores que hoy no alcanzo a distinguir.

25. No habrá más lluvia, ni frío, ni hielo, ni nada que se parezca a eso. Si llega a caer algunas gotas de agua será para alegría y no para padecer la crudeza del invierno.

26. No tendré que sacar nunca más la basura, mía ni de nadie. Todo será limpio, de buen olor y podremos por fin sentir que el aire que respiramos es limpio.

27. No tendré que soportar nunca más la arrogancia de quienes habiendo capitalizado más o simplemente heredado millones, creen con estulcia que eso los hace superiores, sin darse cuenta que se es muy pobre sólo cuando se tiene dinero.

28. Nunca me sentiré discriminado por pensar diferente, de hecho, Dios que nos ha creado con la capacidad de pensar nos animará continuamente a expresarnos sin temor, sin alguien que nos esté diciendo “esa idea es peligrosa”, cuando en realidad el peligro es no tener ideas.

29. Nunca más le temeré a un ladrón, ni a un policía ni a un militar, simplemente no existirán, serán producto prehistórico de otra época, de una pesadilla que ha quedado en el pasado.

30. Tendré amigos de verdad, que nunca usarán un cuchillo ni una palabra para ser desleales. Podré confiar en los verdaderos amigos sin temor a ser traicionado nunca.

31. Nunca más veré un bosque devastado por la codicia, la desidia o el orgullo. Podré ver a las aves anidar tranquilas sabiendo que no vendrá el último depredador con sus maquinarias a destrozar su hábitat.

32. No tendré que darle la mano a ningún diplomático de los que abundan en comercios, negocios, gobiernos e iglesias. Sabré que las personas con las que me encontraré serán honestas, transparentes y no esconderán nada.

33. Nunca más tendré que soportar un chiste de doble sentido, o una broma a costa de las debilidades, inhabilidades o errores de otros. Al contrario, me reiré de mi mismo y gozaré viendo la alegría sana de quienes me rodean.

34. Nunca más saludaré a quienes han hecho de la religión su negocio personal y de los puestos y cargos su meta más preciada, lo más probable es que no encuentre a ninguno allá, y si llega a ir alguno será porque a última hora o en algún momento cambiaron su manera horrorosa de ser y entendieron que orgullo y servicio a Dios nunca pueden ir juntos.

35. No participaré más en discusiones absurdas de formas religiosas: Si orar de pie o de rodillas, si cerrar los ojos o no al orar, si cantar con instrumentos o no, si entrar a la iglesia con corbata o sin ella. ¡Qué lindo será sentirse libre de todas esas conversaciones absurdas que sólo me han quitado tiempo y energía!

36. Podré salir de mi casa a la hora que quiera sin temor a encontrarme con alguien que sospechosamente mira mi billetera o mi cuello. Sentiré la libertad de elegir mi camino aunque sea en la espesura de un bosque sin temor de ningún tipo.

37. Nunca más escucharé una conversación o una discusión de boca de los vanidosos y orgullosos que suponen que ser varones les otorga méritos y por lo tanto miran con desprecio, condescendencia y gestos de humillación a las mujeres, sin entender que ellas son “coherederas de la gracia” y que ser mujer ni varón otorga mérito de ningún tipo. No se elige ser ni lo uno ni lo otro, mal podría Dios asignar mérito por algo que no se ha elegido.

38. Me bañaré en lagos, lagunas, ríos y afluentes, sin temer que alguna piraña me muerda o que la polución producto de la irresponsabilidad afecte mi piel o mi estómago. Simplemente el agua cristalina estará allí para que pueda gozar de ella a pleno.

39. No sé cómo se las arreglará Dios, pero espero una tierra nueva sin baños, letrinas ni nada que se le parezca, es algo desagradable y en el cielo no habrá lugares que se presten para arrugar la nariz ni sentir asco o hastío.

40. Viviré en una casa con habitaciones amplias, sin tener que estar sufriendo por el espacio. Tendré un estudio para pintar, para escribir, para soñar, sin temer que vengan las polillas o las termitas a quedarse con su parte.

41. Nunca más alguien me recordará mi pasado para restregarme en mi cara mis errores, podremos vivir en paz con alegría sabiendo que todos los que allí estaremos sabremos que somos sobrevivientes de una situación absolutamente nefasta y por eso, nadie deseará ni querrá recordar.

42. Nunca más me tendré que encontrar con algún terreno al que llegaron antes los especuladores para hacerlo un muladar y un desierto, simplemente iré por la tierra entendiendo que es lugar de todos y para todos, que somos habitantes de la misma nave espacial que se mueve por el universo.

43. Nunca más temeré por mis hijos, ni las influencias que puedan tener, ni los amigos o enemigos que les puedan salir al paso, ni nada que les pueda dañar. Por fin podré tener mi corazón en paz sabiendo que ellos no corren peligro de ningún tipo.

44. Me sentaré en las tardes a ver la puesta de sol, a admirar las estrellas, a escuchar el trinar de las aves, a gozar del silencio, a sentir el tintinear de las aguas del arroyuelo que estará frente a mi casa… porque buscaré algún lugar frente a una corriente de agua, y me quedaré en paz, sin temor a que alguien interrumpa mi quietud.

45. Nunca más tendré que sentir que en algún momento alguien está demás. Contemplaré el rostro de todos los que vea y sentiré que cada uno de ellos está en el lugar correcto y en la forma adecuada.

46. Buscaré a mi hermano Joel para abrazarlo y recuperar el tiempo que estuvo durmiendo, y también a otros amigos, a Alberto Espinoza, mi pastor y Betty Orellana, mi amiga, y a tantos otros que en algún momento me acompañaron con su amistad hermosa, juntos reiremos y nos gozaremos como niños. Tendré al fin la carrera de 100 metros planos que Betty siempre quiso correr conmigo y con Joel iremos juntos a conversar con Jesús.

47. Gozaré con los chistes de los ángeles y de sus risas cómplices, cuando me observaban en mis esfuerzos por hacer las cosas bien, como un niño de dos años que intenta atarse los cordones de los zapatos, pero lo harán con alegría, con complicidad, sabiendo que al fin y al cabo, de eso se trataba, de esfuerzos inútiles en el contexto de un Dios que ya había hecho todo.

48. Visitaré uno a uno mis personajes bíblicos e históricos favoritos. Buscaré a Rahab para abrazarla y decirle cuánta paz me ha dado su vida; conversaré con Bernabé para hablarle de lo bien que me ha hecho su actitud. Pelearé con Pablo por haber escrito tan oscuro algunas cosas que podrían haber sido dichas de manera más simple, y nos reíremos juntos de las interpretaciones que han dado algunos de sus palabras. Buscaré a Martin Luther King para abrazarlo y a Juan Hus, Maximilian Kolbe, Martín Lutero, Teresa de Calcuta, y otros que ciertamente estarán.

49. Por último, pasaré días enteros conversando con Jesús. En algún momento tendré mi oportunidad, y él con paciencia infinita me explicará lo que hoy no entiendo y los conflictos que vienen a mi mente todas las veces que intento buscar respuestas a los enigmas que enfrento.

50. Finalmente, no tendré que darle explicaciones a nadie de los que leen estas razones, porque estaré tan contento allí, que me olvidaré si algunas de estas expectativas se realizarán o no, y no tendré preguntones ni fariseos alarmados, simplemente, me sentaré en algún lugar, no sé donde, no me interesa si no es en la Nueva Jerusalén, con tal que sea en la Tierra Nueva y me quedaré en paz, lejos de los fariseos que tanto daño me hacen hoy en día.

Nota final: 

Como las expectativas de unos no son las de otros, te invito a que agregues a continuación tus propias razones para anhelar la tierra prometida, juntos podemos llegar a miles de razones para desear estar allí.

Comentarios

  1. 1)Porque no voy a pelear con las personas que mas quiero sino q vamos a vivir en paz
    2)Porque no voy a preocuparme por si llego tarde a un lugar o no
    3)Porque no tengo que pensar como me voy a vestir
    4)Porque no va a haber prejuicios de ningun tipo
    5)Porque voy a ver lo que tanto queria ver
    6)Porque las sonrisas jamas van a faltar y lagrimas nunca van a haber

    ResponderEliminar
  2. RAZON 51: PORQUE ME SENTIRE CON FUERZAS, ALEGRE Y SANA Y POR SOBRE TODO, SENTIRE LAS MANOS DE JESUS EN MI ESPALDA CUANDO ME ABRACE.

    ResponderEliminar
  3. "También porque allì en el cielo no importarà el dinero.
    Habrá justicia
    podré jugar con las mariposas sin que se me teman.
    podré abrazar a mi tigre de bengala.
    podré realmente escuchar la voz audible de Jesùs, contemplarle, admirarle màs, sentarme a sus pies, tomarle de la mano......

    ResponderEliminar
  4. 1-Caminar en la playa descalaza de la mano de Jesus y charlar por muchas horas...
    2-estudiar sin tener que rendir examenes...
    3-tocar piano sin aprender teoria y solfeo...
    4-estar en familia, estar con amigos todos en un mismo lugar...
    5-no sufrir una pena de amor, no llorar, no tener dolor, no ver niños de la calle sin comer...
    6- Vivir con Jesus por la eternidad!!!!
    y muchooooo mas....

    ResponderEliminar
  5. Podré saltar, brincar, correr, caminar, escalar, trepar arboles, jugar deportes y cuanta pirueta quiera hacer; sin el freno verbal del que dirán por que es algo que mi genero no puede hacer.

    ResponderEliminar
  6. Qué felicidad inmensa será reencontrarnos con nuestros amados...!!!!!!

    ResponderEliminar
  7. • Quiero estar allí, porque no existirá más las distancias, y entre muchas cosas, podré abrazarte cuando quiera!, como ahora. Que por estar tan lejos, no puedo 
    • Podre por fin, no sentir “que pierdo el tiempo”, ya que mi tiempo, mi ritmo, será aceptado, por mi individualidad, sin tener que cumplir horarios, ni citas, ni responsabilidades horarias pactadas, que muchas veces absurdas, no me dejan disfrutar de la vida que Dios me da. Ya que no tengo que dar cuentas a nadie, si no tan solo a Jesús, pero eso, en esta tierra, no se ha entendido todavía, e incluso a veces por mi misma no he podido aceptar “mi lentitud” “mis tiempos” “mi forma de hacer las cosas” “mi ritmo de caminar”…
    • Anhelo estar en la tierra renovada, porque no habrán los billones de injusticias que vemos y vivimos hoy. Solo estaré rodeada de justicia divina, perfecta y eterna.
    • Podre captar y capturar “imágenes perfectas”, con tan solo mis ojos, en vez de necesitar una maquina, para retener todo lo que veo.
    • No tendré ni temor, ni angustias, preocupaciones, cansancio, ni desilusiones…
    • Podre cantar, sin pensar en la afinación la nota o estilo, lugar o horario… y así podre alabar a mi Señor, con la música, cuando y como se me de la gana.
    • Y quiero como tu, mirar a la gente a la cara, escuchar sus palabras, sin preguntarme si están siendo honestas, si sus intenciones son buenas, si están siendo transparentes y si hay engaño.
    • Pero principalmente anhelo poder estar ahí, para despojarme de esta naturaleza pecaminosa, que mora en mi, sin luchar y pelear contra ella, porque no existirá mas. Perfección, amor y felicidad eterna.
    • Y darle las gracias cara a cara, a Dios, por haber creado una solución, a nuestra situación. 

    Podemos irnos al cielo ya? Quisiera que fuera tan rápido, como irme ahorita a “dormir una siesta”, despertar y poder estar en la realidad de esa tierra nueva.

    ResponderEliminar
  8. Podre por fin vivir disfrutando de mis amados sin el fantasma de la enfermedad, que me los pueda arrebatar en algun momento.

    Disfrutar de la vida sin esperar resultados de analisis de control o de marcadores tumorales para ver como esta todo.

    Podre disfrutar de la compañia de todos los niños teniendo la certeza que todos tienen lo que necesitan, que estan bien alimentados y sanos.

    Disfrutare de la presencia del Señor Jesus sin tiempos, sin limites, sin formalismos, sin ortodoxia.

    Podremos alabar a Jesus con la musica mas excelsa, que seguramente no sera para nada aburrida como la que opinan que solo debe estar acompañada por pìano u organo ( sera como ruido de muchas aguas)

    Por estas y miles de razones mas no quiero esperar para estar alla, Señor Jesus deseo con todo mi corazon que apresures tu venida.

    ResponderEliminar
  9. Por que nunca mas tendre que aprender IDIOMAS... todos hablaremos una sola lengua.. Ya no existira un instituo de idiomas ni tendre que frustarme con las clases de INGLES!!.

    ResponderEliminar
  10. Podre dibujar Todo el tiempo que quisiera...

    Ya no habrían más penas....

    No habrían más peleas...

    Podría Jugar hasta con un León !!!!! :D lo cual sería fantástico....

    Y tío, Lo animales Estaran con nosotros en el cielo, No?
    espero con ansias a quela respuesta sea un sí ...

    ResponderEliminar
  11. Gracias por estas razones que nos permiten extrapolar en tiempo y espacio una dulce promesa...

    Mi primera razón por la que me encanta pensar en la Tierra Nueva es cuando el Señor me diga: Bien hecho sierva fiel en lo poco me has sido fiel en lo mucho te pondré.. ese momento será glorioso!!

    Mi segunda razón.. es que por fin veré el rostro de aquel que me rescató.. tocaré sus manos, sus pies y me gustaría abrazarlo...

    Mi tercera razón.. es que me dará un nuevo nombre (aunque me gusta mucho el que tengo) ese será especial..

    Mi cuarta razón.. es que tendré la oportunidad de darle gracias a Dios por su amor y su sacrificio al permitir dar a su hijo por mi, y aunque no lo merezca, me siento afortunada..

    Mi quinta razón.. por fin veré al Espíritu Santo.. hasta ahora me lo imagino como una paloma..

    Mi sexta razón.. veré a los ángeles, en especial a mi ángel guardián lo abrazaré y le daré las gracias por acompañarme en cada momento de mi vida y decirle que en muchos momentos sentí su compañía..

    Mi séptima razón.. encontrarme con mi madre que falleció hace más de 10 años con la esperanza de una nueva vida.. y buscaré a mis hermanos y amigos..

    Mi octava razón.. hablaré con mis 3héroes de la fé favoritos:
    * Moisés y le preguntaré qué y cómo se sintió cuando vió abrirse el mar ante sus ojos... y porque al igual que a él me gustaría sentir una transformación de carácter..
    * Elías le diré que en muchisimas ocasiones he sentido el mismo miedo que el sintió cuando se sintió intimado por jezabel.. pero que me gustó la forma heróica como defendió al Dios en quien creía..
    ** Y Pedro.. porque me parezco a él en su carácter.. pero tuvo la oportunidad de ver el rostro transfigurado de Jesús antes de que sucediera su muerte.

    Mi novena razón.. Le pediría a mi ángel guardián que me acompañase a visitar a los otros mundos, ver sus formas.. rostros..

    Y por último, degustar el maná que calló del cielo... las diferentes frutas, tocar la pantera que tanto me gusta, el delfin, el caballo, el águila.. en fin..

    Es un verdadero honor tan solo pensarlo y seria una fortuna ese encuentro..
    Gracias nuevamente..

    ResponderEliminar
  12. Si Dios me da el privilegio de estar allí, podré abrazar por la eternidad a mis babys que no pudieron ser, junto con mi amado esposo, podré ver a mi padre terrenal, y darle un beso, no el de despedida, sino el de llegada, y podré decirle a Jesús, GRACIAS !

    ResponderEliminar
  13. Desearía estar junto a mi Padre celestial q me abraze tan fuerte y poder hacerle muchas preguntas sobre mi.
    Quisiera volar como un ave,llegar al lugar mas alto en ese lugar y solo estar,comtemplar...

    ResponderEliminar
  14. estare con mi Dios, mi esposo, mi familia. Y sé que alla en el cielo mi Dios permitira que mi esposo y yo tengamos un bebe, sin tratamiento, sin examenes, sin presiones de los demás. Total alla habra salud, bienestar y felicidad

    ResponderEliminar
  15. Cada vez que coma algo no voy a pensar si me hace bien o mal.

    Cada vez que me acerque a alguien no voy a pensar si puedo confiar o no.

    No voy a sentir nunca mas desconfianza por las personas, los animales, la comida, etc, etc

    No voy a sentir nunca mas miedo a nada, ni siquiera a equivocarme

    No van a haber mas dudas ni malas interpretaciones de ningun tipo

    ResponderEliminar
  16. Aparte de vivir con Jesus sera muy hermoso vivir con mi familia con la cual siempre he querido vivir...sera maravilloso abrasarlos a todos sin temor de derpertar y separarme de ellos. JESUS VEN PRONTO POR FAVOR!!!!!

    ResponderEliminar
  17. Estoy deseando llegar alli porque podremos conocer a los bebes que perdimos... y podremos tener hijos. Sin sufrimiento, sin preguntarnos si este mes habra suerte, sin tener que preocuparnos por no tener dinero para pagar un tratamiento de fertilidad, sin tener que pasar miedo por los examenes medicos, por los pinchazos, por la espera, por la perdida...
    Jesus ven pronto!

    ResponderEliminar
  18. Me encanta pensar en la tierra nueva porque sé que todo alla sera perfecto!!! ...no es muy facil imaginar lo perfecto siendo y viviendo en un mundo tan imperfecto. :D

    ResponderEliminar
  19. Porque no existirán prejuicios de ningun tipo y no tendré que trabajar por un salario miserable.
    Se acabara la especulación y dogmas sobre quien es Dios y su carácter.

    ResponderEliminar
  20. Podré tener lo que quiera, y cuando le pida a alguien algo prestado no me dará un no como respuesta. No tendré que soportar a tipos morbosos con sus comentarios obsenos, no sabré más de abuso sexual, drogas, etc... No preocupare por no tener dinero, no veré a esos estúpidos que dejaron morir a mi padre por ser pobre, ni a los bandidos que lo mataron por el miserable dinero. Y sí los veo será xq recapacitaron y no los discriminare como ellos a mi. Mi madre no me criticará por ser como soy, y espero que este allá, mi hermano no criticará mi fe, y mis amigos tampoco. No tendré que preocuparme por estudiar lo que no me gusta simplemente por darle gusto a otros, por fin podré ser artista y pasarme las horas pintando, dibujando, escribiendo, caminando descalza por la playa, y por donde sea. Tirarme de una montaña y caer al agua sin miedo de morir. Y espero poder volar cuando este allá. Veré a mi hermoso primito que no pudo nacer. Y me encontrase Dios quiera con todos esos amigos que deje de ver xq les perdí el rastro. Mi primita allá no tendrá ningún problema físico. Y yo no pasare una más noche en vela reclamando y llorando por todo el mal que hay en mi vida, por fin Jesús me dará la mano, y un gran abrazo. Y nadie jamás me dirá fanática, y nos reíremos mucho.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.

Entradas populares de este blog

Maledicencia, el pecado del que no se habla

Carta al futuro novio de mi hija

¿Discípulos pobres e ignorantes? ¿Se sostiene el mito?