Encadenados a otros
"Llevamos cadenas, aunque nadie las vea, y somos esclavos, aunque los hombres nos llamen libres" —Oscar Wilde Muchas veces cedemos a la tentación de vivir atados y esclavizados a lo que otros puedan pensar de nosotros. Por esa vía nos limitamos de hablar lo que debemos y vamos pensando en otros, y por no herir susceptibilidades o no incomodar a otros, terminamos en un ejercicio de auto censura que a la postre no le sirve a nadie. Lamentablemente muchos manipuladores y personas con mentes enfermas han manejado a su antojo textos bíblicos como el famoso “del hermano débil”, y por esa vía, han impedido la libre expresión y la comunicación de la verdad de una forma asertiva y libre. Lo extraño, es que estos textos han sido utilizados de una manera diferente al uso que Pablo le dio en su momento, lo que era una advertencia a la cautela, se convirtió en el uso en una forma de manipulación y manera de controlar a otros mediante el eufemismo de la debilidad. Pablo menciona el asunt