Nuevas oportunidades
Llámenme ingenuo, naif, infantil, crédulo, lo que sea, pero creo que vivir es siempre, estar en condiciones, de tener una nueva oportunidad. Cada día lo es. Si ayer no salieron las cosas bien, hoy día es posible que sea diferente, y así, en todas las jornadas. Por esa razón rechazo tanto el canibalismo religioso expresado en el legalismo y su homólogo primo-hermano, el espíritu fariseo. Quienes se creen “en la verdad” fustigan y condenan de una manera horrible a quienes no están en esa condición, pero lo que es más horroroso, negando una nueva oportunidad. “Fracasó tu matrimonio” , a no, no hay caso, te quedas así no más y te la aguantas, que Dios no quiere eso... ¿qué no quiere Dios? Pues que seamos infelices, por eso nos da nuevas oportunidades y Dios previó el divorcio y el nuevo matrimonio, por eso, porque somos humanos y podemos equivocarnos. “Cometiste un pecado” , pues, lo siento “hermanito” (y te lo dicen así, con cara de satisfacción macabra), pero