El difícil camino de la equidad



“Ser libre no es meramente deshacerse de las cadenas de uno, sino vivir de una forma que respete y mejore la libertad de los demás”. (Nelson Mandela)
 

Estoy batiendo un record, desde hace aproximadamente unos tres meses no pasa un día que no reciba un insulto, aunque estoy suponiendo que es la misma persona que me escribe todos los días y se da el trabajo de leer lo que escribo, aunque no le entra nada y como todo cobarde que se respete, siempre me agrede en privado y como anónimo, una ventaja que da Internet, esconderse, especialmente cuando no se tiene la valentía de defender las convicciones con argumentos, sino como todo pusilánime con insultos y descalificaciones, sin dar la cara.
 

Hoy me trató de “burro” y “blasfemo”, por defender la equidad de género, su fijación mental favorita. Lo lamentable es que se hace llamar “hermano”, “teólogo”, y “defensor de la fe”. ¿Qué pasará por su mente perturbada? Me encantaría conocer al psiquiatra que lo atiende para poder entender la confusión cognitiva que padece.
 

Lo cierto es que hoy se conmemora el “Día mundial de la mujer”, y digo así porque no creo que haya mucho que celebrar. Aún seguimos con algunas diferencias abismantes, no sólo en el trato que reciben las mujeres, sino por la forma en que son observadas por los varones, algunos de los cuales se creen muy “progresistas” y “adelantados a su época”.
 

En casi todos los rincones de la tierra en la jornada se dirán discursos, se hablará de la necesidad de cambio, en otros lugares se harán actos simbólicos como en Chile donde algunas organizaciones han hecho llamados a las mujeres para que vayan hoy a trabajar de luto, porque siguen muriendo mujeres a manos de la violencia machista y sigue habiendo maltrato de quienes diciéndose racionales actúan como seres irracionales.
 

Lo más penoso, es que las instituciones religiosas, las que están llamadas por Cristo  “a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos” y “ poner en libertad a los oprimidos” (Lucas 4:18), son las que siguen en la tesitura de mantener a una buena parte de sus feligreses “quebrantados” con argumentos de discriminación y violencia simbólica; esclavas de ideas sexistas que pretenden silenciarlas; y “oprimidas” en contextos donde sus derechos humanos no son respetados, empezando por el derecho a ser tratada como un ser humano, independiente del género.
 

Por cierto, muchos de esos religiosos ayunan, porque son fieles, pero han olvidado que el verdadero ayuno es “soltar las cargas de opresión” y “dejar ir libres a los quebrantados” y que “rompan todo yugo” (Isaías 58:6). Pero, perdonémoslos, esa parte aún no la leen.
 

El sábado escuchaba a una inteligente mujer decir en la escuela sabática que le indignaba estar en una iglesia que maltrataba a la mujer y la mantenía sujeta a esquemas patriarcales, pero que había decidido quedarse con la esperanza de que algo cambiara, aunque agregó al final, “pero en algún momento me puedo cansar e irme”. 
Y con pena sé que es el sentimiento de miles de mujeres que pertenecen a congregaciones religiosas donde las tratan como seres humanos de segunda categoría.
 

Lo más desagradable y desconcertante, es que hay miles de mujeres que son líderes de opinión en sus contextos laborales, personas que ocupan cargos de responsabilidad política, laboral y gerancial, pero cuando llegan a la iglesia deben guardar silencio, mientras algunos varones con un discurso paternalista y misógino las conminan a “obedecer a sus esposos” y “someterse al liderazgo masculino” porque así “lo ha decidido dios” y lo pongo en minúscula a propósito, porque no me reconozco en esa herejía, el Dios que adoro “no hace acepción de personas” (Deuteronomio 10:17).
 

Debo reconocer que me avergüenza pertenecer a una iglesia que discrimina. Cuando algunos de mis amigos que no son cristianos me preguntan por algunas prácticas, simplemente, no tengo palabras, guardo un silencio de vergüenza.
 

Cómo explicarle a ellos, por ejemplo, las palabras de un administrador que suele tratar a las mujeres como “hermanitas” y “espositas”, y actúa como aquellos padres que les hablan a sus niños en palabras de bebé porque supuestamente son tan infantiles que no logran entender. Me entristece tener a líderes que aún no han entendido que la Edad Media se acabó.
 

He sido, en los últimos años, discriminado, acusado, injuriado y maltratado por defender la ordenación de la mujer al ministerio pastoral, en las mismas condiciones de los varones. La razón, para mi mente es muy sencilla. No hay dones de primera y segunda categoría en la Biblia. El pastorado es un don, y no existen dones para varones y dones para mujeres, así de simple y contundente. 

Pero la razón de fondo, por la que defiendo con pasión la equidad de género, es porque soy orientador familiar y terapeuta matrimonial, y cada día veo los efectos de un discurso sexista en los matrimonios. Cuando se dice que las mujeres deben ser “protegidas”, “guiadas”, “adiestradas”, “dominadas”, “controladas”, “enseñadas a obedecer”, y otras tonterías similares, y que además, no tienen autorización para liderar, porque son simplemente, mujeres, ni siquiera porque son seres humanos de derecho, en el fondo lo que hacen es autorizar a los violentos a violentar a sus esposas, novias, hermanas, madres, tías y todas las mujeres, porque como varones, supuestamente, tendrían un derecho divino para hacerlo.
 

En los últimos tiempos se ha introducido un machismo cordial, cuando algunos con sonrisas le dicen a las “hermanitas” que deben ser “obedientes” al supuesto mandato bíblico de someterse a los maridos, y en ellos, a todos los varones. Que deben conformarse con ese extraño engendro llamado “ministerio de la mujer”, y quedarse “orando” mientras los varones hacen lo que ellas no deben.
 

Hay mucho que hacer aún, comenzando por educar a hijos e hijas con criterios distintos. Cambiar esquemas mentales discriminadores, comenzando por las mujeres machistas, que con sus actitudes de sometimiento servil validan el sexismo masculino.
 

Quisiera ser parte de una iglesia sin discriminación, donde cada persona sea tratada por el don que ha recibido y no por el género. 

Un lugar de encuentro, donde varones y mujeres nos reconociéramos con dones y talentos, que no nos ponen en una jerarquía uno sobre otro. Pero, aún falta mucho para eso, así que en conmemoración al Día de la mujer, hoy también visto de luto estricto, comenzando por la tristeza que hay en mi corazón al ver tanta dureza de corazón y de mente en tantos varones sin sensibilidad ante lo que ocurre a su alrededor.
 

Lo siento, pero no hay nada que celebrar, sólo reflexionar e intentar hacer la diferencia en el lugar donde nos toca estar.




Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez

#MiguelÁngelNúñez #reflexiones #ensayos

Comentarios

  1. Silvia Santander8 de marzo de 2017, 6:23

    Qué lástima que exista gente así que se esconda en el anonimato para no dar la cara... siga adelante, que muchas personas hemos recibido sus enseñanzas como agua en el desierto.

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  2. No soy muy buena para esto de escribir, pero quiero compartir estas líneas con Ud buen hombre!!
    Fui católica por muchooos y muy tristes esclavos, amargos deprimentes años, esclava de creencias humanas (sacadas de textos bíblicos pero usados para reprimirnos y esclavizarnos) hace 6 años estando muy triste desesperada ansiosa harta de tanta cadena, " casualmente" lo escuche a Ud en 3abn latino solo le diré que gracias a que Dios lo uso para quitar de mi tanta cadena que venía arrastrando de culpas religiosas, abusos de mi ex marido que me humillaba engañaba, maltraraba al oírlo y leerlo tome la decisión ( me dolió pero ahora me alegro en la libertad) de divorciarme, fue tan pesado y difícil el proceso y entender que soy libre pues mi pastor me decía que no lo dejara que orará, pero solo mis hijos y yo sabíamos lo horrendo que era vivir con el; ahora mis hijos ya casi doctores me agradecen el no haberlo tenido cerca y de ejemplo, seguimos orando por el mis hijos y yo, mis hijos lo aman pues no les enseñe odio, solo nos alejamos de el... y como dice la palabra referente a la siembra y la cosecha ahora el tiene una mujer que lo engaña, con ella tienen un hijo que el tiene que cuidar porque ella hace exactamente lo que el me hizo.( ahora dice que soy una gran mujer, que ironía )
    Pero a lo que iba, Ud me hizo creer en la palabra sin adulterar, en la palabra De Dios que trae libertad, que se respeta pero no como la mayoría ( aclaro mayoría de religiosos adventistas que traen un garrote viendo, que trago, si me saque la ceja, si mi falda está un centímetro más arriba de lo que pide la sierva EGW, si los zapatos que traigo parezco callejera, si no me "sujeté" a mi marido etc etc etc pero NUNCA hablan de misericordia, de amor , de compasión al hermano necesitado y caído , me han llegado a decir que ese tiempo de amor se acabo que hay que llevar palabra dura para que se arrepientan, quise ser adventista, pero es una cadena taaan pesada como la del catolicismo en muchas cosas que los hombres le añaden, no me se explicar muy bien pero ponen unas cargas tan pensadas que ni ellos mismos las cumplen, tal vez me escucho que juzgó pero soy testigo de ancianos de iglesia que pregonan exigen pureza y esos mismos ancianos adventistas casados me invitaban a tener relación sexual con ellos ( esa es otra historia) ..... deje de creer en las religiones, y cuando lo leía a Ud me ha hecho caer en cuenta que nada tiene que ver todo esto con Dios.y aunque sé que no es perfecto (y gracias por dejarnos ver esa parte en Ud) amo leerlo, amo la libertad que nos hace conocer sentir vivir, esa sensación de caminar espiritualmente hablando sin cadenas que nos ponen los " religiosos" respetando viviendo la palabra De Dios , en amor, en paz en santidad perooooooo en LIBERTAD!!!!
    Sé que me falta mucho por seguir conociendo y lo estoy haciendo, pero libre.
    Dr. Miguel Ángel Núñez GRACIAS A DIOS POR SU VIDA!!
    Siga escribiendo y ayudando a quitar cadenas que satanas y también a travez del hombre religioso se encarga de ponernos.
    todo mi respeto, admiración y amor. BENDICIONES!!!
    Todo esto lo escribí llorando por la alegría de sabereme libre agradecida y amada por un Dios que Ud me presento GRACIAS!!!!
    Gracias por no usar garrote.
    Sigaaaaaa y no caye jamás!!!!

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  3. Comparto plenamente el contenido de tu artículo Miguel Ángel. ¡Este es el tiempo de la libertad para ellas, las mujeres todas, y para todos los hombres también! Como plantea Emmanuel Livinas, debemos resistirnos a la violencia de conceptos universales kanteanos... las mujeres determinan que creer y como vivir, sin que nadie les imponga nada. ¡Dios lo quiere así, sin duda!

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    1. Tiene razón Levina... si las mujeres son libres, también lo seremos los varones... no hay otra forma, por mucho que a algunos les cuesta entenderlo.

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  4. Contundente y valiente.
    Tenemos una herencia muy pesada y arraigada en nuestro ADN, tanto en la sociedad como en la comunidad eclesiástica, lamentablemente reflejo de ella.

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    1. Una herencia que ha sido matizada, profundizada y agudizada por muchos que se niegan a soltarla.

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  5. Tiene razón. Año con año, en este día los noticieros suelen compartir reportes sobre la falta de equidad que aún existe en la sociedad. Quizás con la esperanza de que algún día nos demos cuenta.

    Por otro lado, tengo entendido que la equidad es la razón por la que la ONU instituyó el día en 1975.
    Se dice que ha habido avances a partir de entonces. Pero también se reconoce, como usted apunta, que falta camino por recorrer.

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    1. Hemos dado muchos pasos... pero no es suficiente... muchas mujeres tienen que aprender que son personas de derecho, cosa que en las relaciones olvidan.

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  6. Pastor, pensé que su voz, sus palabran habían sido calladas, extirpadas para siempre sobre este tema extraordianrio de la MUJER, HACE FALTA SU PÁGINA. DIOS LE BENDIGA.

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