POLÍTICAMENTE INCORRECTO
Nunca he sido "políticamente correcto", de hecho, lo detesto, porque creo que lo políticamente correcto es una forma de cobardía o conducta acomodaticia, como diría mi madre son los que "van donde calienta el sol".En mi vida profesional como pastor y como profesor universitario, conocí a muchas personas que nunca opinaban de nada, se quedaban callados, cazurros, observando, y luego daban su aprobación a aquello que les convenía o que les era favorable. Nunca se mojaban con nada. No aparecían definiéndose por ninguna cosa. Cuando estaba el fragor de la discusión sobre la "ordenación de la mujer", que como he dicho muchas veces, no se trata de la "ordenación" (concepto no bíblico introducido en el medioevo), sino de lo que el sociólogo francés Pierre Bourdieu llamaba "violencia simbólica", el efecto que se produce en la mujer, es la validación de la violencia que se traslada a otros ámbitos de su vida, un tema largo, que alguna vez he explicado. En dichas circunstancias un individuo, conspicuo y con influencia me abordó cierto día y me dijo: -Miguel, no te quemes con esos temas. Habla de lo que la gente quiere escuchar y lo que los administradores les gusta. Tus opiniones guárdatelas para tu esposa o para tu círculo más íntimo. Yo le contesté y le dije: -A mi me parece que eso es cobardía y tranzar con los principios. Él se rio y me dijo: -Yo elijo bien mis peleas, solo hablo cuando sé que valdrá la pena. Además, de principios no se come. No me extraña que sea un escalador profesional de posiciones de poder en la organización religiosa para la cual trabaja. A esa persona, no le creo ni lo que ora, es como he dicho en otras ocasiones, una persona no confiable. En otra ocasión, me llamó a su oficina un decano (he trabajado en cuatro países y dado clases como docente invitado en otros seis, así que podría ser cualquiera), y me dijo muy serio: -Hemos recibido una información de un alumno de que estás enseñando algo distinto sobre Génesis 1 y 2. Yo sonreí y les contesté: -No sabía que tenían espías en las clases. Luego de escucharles les di mis argumentos, les expliqué qué enseñaba y remate diciendo: -¿Pueden bíblicamente refutarlo? El decano muy serio que había invitado a otro docente como testigo me dijo: -Lo que enseñas es correcto, no hay ninguna falla en el argumento, pero estamos aquí para enseñar lo que otros quieren que enseñemos, aunque sea equivocado. Me quedé de una pieza. Por un instante no supe qué contestar y luego les dije: -Eso es inmoral, además, va en contra de la libertad de cátedra, en contra de la conciencia individual y de mi capacitación profesional. -Bueno -me dijo con firmeza el decano- pero es lo que hay y es políticamente correcto, así no asustamos a nadie, y no, no eres libre de enseñar lo que es verdadero, sino lo que nosotros estimamos como verdad. Ese día fue un día triste. Demás está decir que no hice caso y seguí enseñando con más fuerza lo mismo y otras cosas, y le informé, por escrito al decano que por conciencia no iba a aceptar su indicación y que se sintiera libre de tomar la decisión que quisiera. Poco tiempo después lo trasladaron a otro lugar y todo quedó en nada, pero la espina que a mi me clavaron aún me duele. Cuando lo "políticamente correcto" se instala en cualquier orden y especialmente en ambientes eclesiásticos, entonces, se pierde la verdad, la honestidad, los principios y la sensatez. Se instala una cultura de la hipocresía, donde nada es lo que parece. Nunca me he imaginado a Cristo como "políticamente correcto", cuando tuvo que reprender lo hizo, aún con palabras que aún hoy, después de siglos resuenan como expresiones insultantes, pero que no dejan lugar a dudas de su compromiso con la verdad. No me van a decir que llamar a alguien "sepulcro blanqueado" o "generación de víboras" no es un insulto... ya veo todos los post y reacciones que vendrán de quienes defienden al "Jesús light"... Lo políticamente correcto es honestamente incorrecto. Valida la mentira como forma de ser. Convierte a las medias verdades en la forma de actuar, creando ambientes donde es muy difícil confiar. Yo prefiero a los que son "políticamente incorrectos" y no a los que son "políticamente correctos". Con los primeros tengo asegurada la verdad, aunque sea incómoda. Con los segundos, no puedo confiar ni ir a ninguna parte con ellos, porque podría ser un Brutus con un puñal escondido en su muñeca esperando asesinar a César, como siempre hacen los cobardes que se esconden detrás del discurso políticamente correcto. De mi pueden esperar desatinos, excesos en la argumentación, vehemencia, pero nunca mentiras, por eso el mejor elogio que le escuché a mi hija hablándole a una amiga de mi, sin que ella se diera cuenta que casualmente escuchaba: -Mi papá te dirá siempre la verdad, aunque no te guste. Esa imagen es la que quiero para mi vida, no la que muestran otros a quienes no les confiaría nada de nada. Dr. Miguel Ángel Núñez #miguelanp #miguelanp30 #drmiguelangelnunez #miguelangelnunez #politicamentecorrecto #politicamenteincorrecto
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