Golpes al alma

* Cristina es una bella mujer, sin embargo, parece más aventajada que los 25 años que tiene. Cuando salió de la universidad fue a trabajar a una ciudad lejos de su casa. Allí conoció a quién sería luego su esposo. Los que la conocen se dan cuenta que algo comenzó a cambiar con ella desde el día en que empezó a enamorar con él. Hoy es una pálida figura de lo que fue en algún momento. Su viveza natural ha dado paso a una sensación de nostalgia. El día en que hablamos sólo me dijo: —Estoy en una cárcel y no sé cómo salir. Luego me contó que su esposo nunca la ha golpeado, siempre le ha dado todo lo que necesita, pero, desde un comienzo comenzó a alejarla de su familia, no le permitió trabajar y menos participar en actividades donde él no estuviera. —Para él soy su esposa, pero eso significa que él es mi dueño. Cuando estoy con él no sé quién soy. Me maltrata verbalmente, me desvaloriza frente a mis hijos y continuamente me dice que soy una persona torpe, que no sé hacer nada y que s...